Esquemas del comportamiento de la luz sobre las hojas de un naranjo

De todos es conocido el interés que ha suscitado siempre el comportamiento del haz de luz; desde el punto de vista ciéntifíco, todos los estudios de óptica del siglo XVII, o los que a principios del siglo XX demostraron el comportamientos de onda y corpúsculo que ésta posee. No podemos obviar el capítulo (casi mitológico) en el cual una joven amante, que con la ayuda de una vela proyectó una sombra del perfil de su ser querido, dibujándolo para el recuerdo, justo antes de que éste partiera a una de las antiguas contiendas que se libraron en la Antigua Grecia, acto que dio origen, según algunos historiadores, al primer retrato de la cultura Occidental. O también el conocidísimo mito de La caverna de Platón, apartir del cual subyace consecutivamente en la Historia la polaridad simbólica entre luz y sombra.
El estudio que se presenta a continuación, inserto en todo un contexto de la historia del arte, no nos revelará nada nuevo. Una multitud de artistas tomaron como punto de reflexión para la plástica el comportamiento del haz de luz sobre los objetos; por nombrar a algunos: cualquiera de los que se abocaron al estudio que el impacto efímero de la luz tenía sobre las fachadas o campiñas de las ciudades industrializadas de la época.
El impacto que puede tener este estudio es hacia el propio artista, encaminado desde hace tiempo a encarar una reflexión de este tipo; integrante de una joven generación de artistas que a través de la pintura (escultura,fotografía y video en otros casos), y a riesgo de parecer tradicionales, pero sabeedores de que pertenecen a una tradición, basan su creación, y poética, en la sinceridad y el compromiso hacia un oficio.

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